Ayer te vi...
caminabas despacio con pasos de inocenciaparecieras ser Venus, que todo lo embelesa
que todo lo cautiva, que a todo da belleza.
Y sin saber porqué, cómo ni cuándo...
mí corazón gozaba sintiendo tu presencia.
Tus ojos figuraban cual dos bellos luceros
que iluminar quisieran por siempre mis senderos.Tu voz... dulce regalo de Dios a mis oídos
la siento como el canto que escuche cuando niño...
cuando en la noche bailan y olvidan sus quimeras.
Y resultó ser extraño. Mi corazón gritaba...
Mi corazón cantaba y olvidaba sus penas.
Al poco... te alejaste. Busqué por todas partes...
No estabas. ¡Era tarde!Mí corazón gritaba diciendo "no te marches"...
Más era tarde... ¡muy tarde!
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