Ya tenía días que venía pensándolo... así que fui a sacar mi guitarra (que ya me extrañaba) y busque las notas de una canción de Napoleón que se llama "nunca cambies". La estuve practicando por un rato, mis dedos tiesos no respondían ya a las cuerdas (bien dicen que lo que no se practica se olvida), pero al final salió. Al final, pude tocársela a mi esposa cuando esta llegó.
¡Wow! Cuantas cosas hermosas te da la vida. Como esos momentos que te hacen volar, suspirar y darte cuenta de que vale la pena vivir un día mas.
Recordé el día de mi boda, unos días antes le hice a mi esposa un poema que le recite el día que nos casamos, hoy lo comparto con ustedes:
Llegas a mí en esta noche
callada y vacía
Y mi cielo entero lo llenas
de estrellas
Mi noche sonríe pues
se siente nueva
Estas aquí... y mi universo llenas.
Llegaste apenas y
encendiste hogueras
Mi plectro renovaste, atrás
van las quimeras
Mi pluma alegre escribe tan
solo cosas bellas.
No se porque tardaste, pero
valió la espera
Busque por todas partes,
pedí a Dios que vinieras
Y apareciste así..., lenta,
suave y serena,
Se ilumino mi noche con
luna y mil estrellas.
Llegas a mí en esta noche
callada y vacía,
Regalo del cielo que acaba
mis penas.
¡Quédate en mí! No dejes
que muera.
Al final y después de pensarlo... la vida es tan corta, tenemos derecho a ser felices. Uno mismo decide que hacer para lograr ese objetivo.
Sin embargo, vivir con el ser amado y no olvidar esos "pequeños detalles"... eso, le da sabor a la vida. Que cierto resulta el consejo de "Vestirse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión".
¡¡¡Que la vida de ustedes sea plena y que sean felices!!!
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