Hoy estuve recordando aquel tiempo cuando viví en Yucatán. Fueron buenos momentos, hice grandes amigos y disfrute mucho del momento.
En aquella época me gustaba irme al parque por las tardes, allí observé esto:
Atardecer en Motul
Atardecer en Motul,
“Coches-caballo”[1] transportando gente
Movimiento que corre
lento y sin prisa
Como si en cada paso se
fuera la vida.
Tranquilidad de un
parque que se asoma
Con las lluvias de oro[2]
en primavera
Gente que tranquila pasa
y se saluda
Gente que va y viene de
la blanca Mérida.
En julio procesión,
voladores, un mar de humanos
En domingo atardeceres
culturales,
Que mas que culturales,
son incultos.
En el palacio un reloj
nos marca el tiempo
Tiempo que no importa al
motulense
En la iglesia campana a
voz en cuello
Como chivo expiatorio,
atrae a gente.
Parejas tomadas de la
mano,
Las hay de todos tipos y
tamaños.
Chiquillos que apenas
comienzan
A disfrutar de un beso
apresurado.
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